
…después de seis horas de grabación, entrevistas, risas, fotografías y mucho café; el maestro Martín Castez y yo, nos sentamos a tener una última conversación, en donde el maestro nos compartió la importancia de agregarle una punta falsa al zapato (por comodidad y funcionalidad), y terminamos compartiendo liberrimamente nuestras impresiones de las curvas en todo lo hecho a mano y a la medida…
Martín: El pie, cualquier pie, cuando tienes un zapato estructurado requiere de tener una puntera. Este en cambio no tiene puntera, (señala el zapato que calza Aarón), no se le siente, es un loafer propio, no tiene puntera. Tal vez tenga un pequeño contrafuerte (refuerzo trasero del zapato que va en el tacón y le da soporte al pie).
Aarón: Sí, le siento un pequeño contrafuerte.

M: Entonces el belgian loafer (zapato de Aarón) como un tenis o como un huarache, requiere más o menos entre medio y ocho milímetros que sea más largo que el pie, de holgura ¿por qué? porque el pie al caminar hace ese trabajo que es este: al arco le echas el peso y colapsa, y vuelve a su lugar. Esa extensión que hace el arco de tres, cuatro, cinco, siete milímetros, depende de la persona, tú la tienes que compensar con el largo.
A: De acuerdo.
M: Para un huarache o un zapato no estructurado, un belgian, con seis milímetros, siete milímetros ya estás hecho. Cuando tú tienes una punta fuerte, tienes que dar mayor, porque imagínate que topa con algo duro.
A: Claro, se lastima el dedo.
M: Te vas a lastimar el dedo. Entonces tiende a darse mínimo un centímetro y medio para hormas redondas.
A: Ok
M: Estas hormas clásicas, voluminosas; y ya cuando hablamos de algo más estilizado, tienes que estirarlo más aún. Esa es la famosa punta falsa.
M: Entonces estás hablando de 2 centímetros y medio, 3… más o menos dependiendo el estilo, dependiendo el pie. Esa es la idea, un largo determinado que acomode al pie y al estilo.
….. …..
A: Aquí estaba viendo, ahorita hablando de todo este tema que me encanta de que las curvas pasen y todo eso. Aquí ¿hay manera de que esta (costura) se pierda con esta?


M: Sí.
A: Creo que eso haría algo muy bonito. Para que no quede como en…
M: En “v”
A: Sí, sino que se pierda.
M: Fíjate que esos detalles a mí me gustan. Como que parece que va hacía lo clásico y de repente toma otra dirección…
A: Es correcto.
M: Y ninguna dirección así como muy premeditada, sino que se pierde pero se ve bien.
A: Sí, exacto.
M: Hay un zapatero japonés, más que un zapatero un botero que hace botas de caza. Ahora se fue un poquito más a lo de vestir, porque el nicho puramente caza y todo eso es muy chico ¿no? o sea, más chico aún. Entonces, lo que él hace es: tiene una costura, que viene así, como si fuera parte del zapato y se transforma en una mosquita. Como una figura de una mosca en dos dimensiones. Y esa es su marca, muy bien hecho, muy bien logrado; como que viene… y nada que ver.
Como también otros zapateros que he visto. Viene esa línea así, se pierde y se convierte en un ornamento.
A: He visto de esos.
M: También queda muy bonito.
A: Sí, como dices, es un sutil arreglo.
M: No sé si habías visto antes y cuantas habías tenido oportunidad de ver zapatos hechos a la medida a mano, con ese tipo de sutilezas, de feedback y todo…
A: Es la primera vez que lo veo en persona.
M: Tú te das cuenta cuando te digo que los ángulos, aunque no sepas nada de zapatos, dices “qué onda”. Porque por experiencia y ahora que tú los lleves, te lo puedo asegurar que eso es lo que te va a suceder; así como te ven en traje y todo, te van a mirar el zapato y van a decir “¿qué pedo?”. Y te lo va a mirar el que te prepara los tacos, y no por demeritar ni nada, me refiero a una persona que no esperas que tenga pulida la estética sartorial, como puede llegar a ser Armando Madrid que… su traje, sus zapatitos, lo tiene todo más estudiado y todo el show. Ellos dos se van a quedar mirando. Uno puede ser que entienda porqué, y el otro no, pero dice “¿qué pedo con este cabrón que trae esas botas?”

A: Claro.
M: Son esos pequeños detalles que cambian todo: una costura, un tacón diferente.
M: El acabado, las proporciones adecuadas del borde, porque también yo sé lo que tú quieres. No lo quieres muy desbordado, tampoco lo quieres muy arrimado, pero a la hora de ejecutarlo soy yo el que va a terminar de jugar, de decir “ok, aquí es el punto justo, entre lo que entiendo que él me dice y lo que yo quiero plasmar aquí”.
A: De acuerdo.
M: Y eso, te vuelvo a decir, es intuitivo para cualquier persona. Cuando todo está en conjunto bastante bien realizado, es una armonía perfecta que le habla a todo el mundo.
M: Esos son los detalles básicamente. De repente ves un zapato Ferragamo, sí la tela está buenísima, pero no deja de ser un zapato que sí es lindo pero no te rompe la cabeza. Y a este no le van a ver marca, no le van a ver nada, pero la gente va a decir “¿qué pedo con estas botas; con este tacón, con estas curvas”. Que las botas realmente si las ves son todas como rectas, tienen sus talones marcados… ahí es donde habla esta situación.
A: Sí, la verdad son muy bonitos.
M: Esos talones yo los hago más prominentes, de hecho, aprovechando una situación estética y funcional. El contrafuerte en la zona adecuada donde debe ir más gordito, hace que la estructura sea más firme, que dure más años y que además se enmarque la bolita del talón. Para mí es un doble propósito.

A: Sí, es como en las ilustraciones (foto de portada), que es lo que veo mucho, cómo se marca tanto la bolita…
M: Eso que me pusiste hace uno, dos, tres, cinco días de “qué curvas vas a meter…” eso es lo que ve el taquero, lo que ves tú. Todos lo vemos y decimos “¿qué pedo con este talón? ¿qué pedo con este tacón? ¿qué pedo con la suela que se desaparece y aparece en el tacón? ¿qué es eso?” Son idiomas universales estéticos, entonces eso es el jugo que hay que sacarle a esto.
Lo mismo vas a ver por ahí de repente el zapato como te decía; los volúmenes de la horma en este sentido. Son totalmente diferentes si tú ves un zapato industrial y un zapato hecho a mano los pones así, uno al lado del otro, tiene por lo menos medio centímetro menos de volumen, lo cual estiliza muchísimo. Por eso creo que es importante el zapato. Es la fresa, el postre. Vienes de arriba hacia abajo, generalmente miras los atuendos, de repente te cagas con algo… que nos pasa a muchos.
De hecho hay más gente que tiene mejores trajes que mejores zapatos ¿estás de acuerdo?
A: Sí, totalmente de acuerdo.
M: De repente vienes así (viendo la vestimenta) chingonsísimo… (llega a los zapatos) ¡híjole!
Hace poco estaba con esto de la entrega de los Oscar, esta pantomima que se mandan, cada vez más burda… todos son gente adinerada, sí, se ven trajes hechos a la medida ¿estás de acuerdo?
A: Claro.

M: Sacaron un meme de Will Smith… pero yo le vi sus zapatos… chingones. No era que dijeras… “está bien”; nada que digas “la rompió con el traje y los zapatos”.
Entonces creo que ese es el punto importante de la zapatería. Es el escaneo… y rematar con eso que se vea… o acorde a todo lo demás o el último chispazo de elegancia en el atuendo.
A: Sí, totalmente…
M: O un buen sombrero…
A: Es rematar hacia arriba.
M: El remate hacia arriba, exacto.
A: Totalmente, o sea… es que está muy cabrón. Me quedo pensando, ahorita que hablábamos de los remates y las curvas y de estilizar, sin lugar a dudas esto que hemos estado hablando, lo que he intentado traspasar también a la manera en cómo encargo los trajes; cada vez estoy jugando más con curvas. En lugar de hacer la aletilla recta, que la solapa no caiga tan recta.

M: No sé si estoy bien pero aquí (señala la solapa de Aarón) hay cierta curva y en el cuello también.
A: Exacto.
M: No se ve tan inglés.
A: Exacto. entonces como bien dices, hay un discurso de curvas, y no solo curvas de trazo sino curvas también de volúmenes. O sea, ves el traje y de repente ves cómo se va acinturando; va abriendo la cadera, cómo va bajando y abriendo otra curva en las piernas. Y me emociona pensar cómo va a caer sobre las curvas de las botas porque creo que va a seguir todo ese discurso que hemos estado buscando relatar en esto. Me quedo pensando cómo va a ir.
Algo que creo que va a funcionar, por el tipo de bota que es, es como dices, al final los pantalones que tengo son de vestir, con perneras más anchas; creo que va a caer muy bien y va a parecer que es un zapato en lugar de una bota. Va a ser desapercibido como zapato en vez de bota. Me parece que eso combinado con el color le va a dar una belleza loca.
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Pueden encontrar los videos previos de la serie de «Anatomía del Calzado Bespoke con Castez Ermili» en la siguiente lista de reproducción de YouTube:
¡Qué viva la zapatería bespoke!
Sinceramente,
A.J.