10 de la mañana, Ciudad de México, el maestro Adrian Guerrero nos da entrada a la fábrica de sueños, el taller sartorial de Casa Cuesta.
Tres pisos de sueños y experiencias; años y años y años preservados en las diestras manos del equipo, que día con día, hace verdadera alquimia, genuina magia, inmaculable sastrería.
El posteo de hoy es una oda a todos aquellos quienes forman parte del equipo sartorial de Casa Cuesta.















































¡Que viva la sastrería mexicana!
¡Que vivan los sastres mexicanos!
¡Que vivan los aprendices mexicanos!
¡Que vivan los operarios mexicanos!
¡Que vivan los sueños mexicanos!

¡QUE VIVA LA SASTRERÍA MEXICANA!
A.J.