
Sustantivo nominal. Extrangerismo neologizado y resemantizado del japonés «ametora», que a a la vez es abreviación de American traditional. Más la raíz «mex» = de México / a la mexicana. No al chingadazo, sino hecho chingón.
El concepto original nace en Japón desde los años 30. Ha permaecido en constante evolución desde entonces, pasando por el Ivy suit hasta los denimheads y sneakerheads de la actualidad.
Para quien quiera ponerse exquisito, diga que Amextora es un hiperónimo de otros nominales como: hippie, punk, rocker, greaser, preppy, metalero, (termine de enlistar con todas las demás subculturas que se te ocurran).

Quienes no hablamos mamador, este término paraguas acoge a todo tipo de vestimenta e identidad que pueda hallar su origen en Norte América, a saber Estados Unidos. Si hacemos en una lista detallada, será evidente que en realidad estaríamos describiendo la evolución de la cultura popular, que contagió de sonios, patrones e ideología a las juventudes de muchas épocas distintas.
Así pues, al estar México tan lejos de Dios y tan cerca de los EE. UU., fuimos inevitables víctimas de cambios en lo social, lo político, lo de moda y novedad. ¿O apoco no todos usamos jeans y tenis normalmente? Pues como diría un poeta de barrio:
Mis jeans
De a cholo, tumbados.
De a chaka, estampados,
Ed Hardy y remangados.
De a fresa, deslavados,
programados y bien caros.
De a rockero, engrasados.
De a rapero, desnalgados,
Y el vaquero con
el muslo bien apretado.

Así se define Amextora. Como la interpretación local de una imposición cultural a la que nadie escapa, ya que se metió a la cocina por la radio y a la habitación por tu televisión. Si has comido un taco, quizá no lo sabías, pero seguramente hay algo de Amextora en tu armario.
-Casz (@mxn_boots_boy)